Entre las empresas que fabricaron y utilizaron el veneno en Nicaragua figuran la Dole Fruit Company, Shell Chemical, Chiquita Brand Internacional, Standard Fruit Co. y Del Monte, las cuales enfrentan una batalla legal con los campesinos, tanto en EEUU como en Managua.
Resulta increíble e ignominioso para la profesión que periodistas de la agencia internacional Reuters, entre otras, publican la noticia minimizando el crimen de las grandes compañías, relativizando las denuncias de los campesinos y ocultando el hecho de que ya se han ganado juicios en tribunales norteamericanos, además que las compañías mismas han reconocido que usaron el veneno, sacándolo la justicia estadounidense más tarde de circulación.
Miles de nicaragüenses que trabajaron en fincas bananeras y fueron afectados por un plaguicida que mató a más de 2.500 personas acamparon este miércoles en un parque frente a la Asamblea Nacional, en reclamo de pensiones y asistencia médica.
El anterior Gobierno que encabezó el ex presidente Enrique Bolaños, entre el 2002 y el 2007, acordó hace tres años con los afectados que les brindaría asistencia, pero el respaldo nunca llegó.
Durante décadas familias enteras familias enteras de humildes trabajadores nicaragüenses fueron explotadas en condiciones paupérrimas por las compañías Dole Fruit Company, Shell Chemical, Chiquita Brand Internacional, Standard Fruit Co. y Del Monte, que los proveían de Negamón para aplicar a sus cultivos bananeros. Las compañías conocían la peligrosidad del pesticida utilizado, debido a una demanda judicial en los EE.UU. pero igualmente ordenaron a los trabajadores utilizarlo, sin advertirles en absoluto de los riesgos.
Como resultado de esto surgieron más tarde daños genéticos, dejando poblaciones enteras donde nacieron niños con graves disminuciones físicas o deformaciones monstruosas.
Resulta increíble e ignominioso para la profesión que periodistas de la agencia internacional Reuters, entre otras, publican la noticia minimizando el crimen de las grandes compañías, relativizando las denuncias de los campesinos y ocultando el hecho de que ya se han ganado juicios en tribunales norteamericanos, además que las compañías mismas han reconocido que usaron el veneno, sacándolo la justicia estadounidense más tarde de circulación.
Una jugada infame efectuada por las empresas ocurrió en 1997 cuando miles de trabajadores afectados por el químico fueron inducidos, por sus propios abogados y políticos corruptos, a cobrar una mísera indemnización de 100 dólares. Al aceptar, firmaron un contrato por el que renunciaban a futuras indemnizaciones y demandas.
Los miles de campesinos afectados por el peligroso pesticida utilizado por las compañías bananeras estadounidenses en Nicaragua, llegaron ayer a Managua, luego de marchar a pie más de 100 kilómetros, durante diez días. Lea AQUI
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